CES advierte de la desaceleración económica y de la contención para crear empleo en Salamanca
El paro sube en Salamanca en octubre con 284 desempleados más, según el Ministerio de Trabajo, mientras que el número de parados cae en España en 27.027 personas, el mayor descenso del desempleo en este mes en una serie histórica que se remonta hasta 2008.
El pasado mes de octubre ha vuelto a ser un mes malo para el empleo en Salamanca con 284 nuevos parados, alcanzando la cifra total en la provincia de 19.695 desempleados, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
La Confederación de Empresarios de Salamanca (CES) sostiene que estamos ante un escenario “tremendamente preocupante para el empleo y la economía en general” y reclama que los empresarios y autónomos “seamos tenidos en cuenta en las decisiones para abordar esta emergencia económica, y para trabajar desde la unidad de acción en la senda de la recuperación”.
En este contexto, la patronal de empresarios advierte de la desaceleración económica y de la contención para crear puestos de trabajo en la provincia, y pide al Gobierno más apoyo para la recuperación de todos los sectores empresariales.
Son muchos los factores que condicionan la creación de empleo, explica el presidente de CES, Antonio Rollán. “La descontrolada inflación, el aumento de los costes de producción y energéticos, las restrictivas normativas a la actividad que suponen cada vez mayores costes a las empresas o los nuevos anuncios del incremento del SMI hacen que crezca la incertidumbre y hacen peligrar la actividad económica y la viabilidad de cientos de empresas con preocupantes consecuencias para el empleo”.
Por otro lado, en palabras de Antonio Rollán, “se deben modernizar las políticas activas de empleo, reducir la burocracia y los costes vinculados al proceso de contratación laboral, y acentuar una formación acorde con las necesidades del mercado, así como poner en marcha de forma urgente medidas eficaces que mitiguen el brutal encarecimiento de la energía y las materias primas, y que reduzcan la presión fiscal”.
“El sector empresarial se ahogó con la pandemia; las ayudas fueron pocas e, incluso, algunas no llegaron; las restricciones fueron brutales y las pérdidas económicas cuantiosas. Ahora, con esta guerra de precios actual, es el momento de que esto cambie, de que el Gobierno se sensibilice con el empresariado, que es quien crea puestos de trabajo, abona cotizaciones sociales y aporta ingresos a las arcas públicas. Sin el sector empresarial, el sistema económico y el estado del bienestar se desplomarían”.
