CES pide frenar el aumento de los costes empresariales y la incertidumbre regulatoria y política

La patronal de empresarios, preocupada por la subida del paro en Salamanca en agosto. Insiste en que se reduzca la presión fiscal y reclama reformas que sitúen a la empresa en el centro de la política económica y que promuevan un entorno propicio para el desarrollo de su actividad.

La Confederación de Empresarios de Salamanca (CES) muestra su preocupación por el importante aumento del paro en la provincia de Salamanca durante el pasado mes de agosto, con 225 parados más que el mes anterior, según los datos publicados este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, alcanzándose así una cifra total de 17.025 desempleados.

La patronal de empresarios vislumbra una desaceleración en la creación de empleo en la que están incidiendo factores como el aumento de los costes empresariales y la incertidumbre regulatoria y política, puesto que estos últimos datos de desempleo coinciden con la temporada estival y el efecto tractor de las actividades vinculadas al turismo.

Y es que los empresarios quieren crecer en el ultimo trimestre del año y de cara a 2025 en términos de facturación, inversión y, de forma más comedida, en generación de empleo, pero al mismo tiempo muestran una gran preocupación por el contexto político y regulatorio. “Los continuos cambios normativos están haciendo mucho daño al sector empresarial porque implican mayores costes y recortan su capacidad de adaptarse al mercado. Estamos soportando una carga normativa y burocrática tremenda”, subraya Antonio Rollán, presdiente de CES.

Ante estos preocupantes datos, CES recalca que “se presenta un horizonte complicado a corto y medio plazo. Se vislumbra una desaceleración durante el otoño y un ritmo de crecimiento menor de lo esperado”.

La patronal defiende que “lo que necesitamos ahora es que se generen puestos de trabajo de manera sostenible” y esto sólo será posible si se reduce la presión fiscal, si se abarata el coste de la contratación y se acometen las reformas estructurales que demanda la economía, principalmente aquellas que permitan revertir la caída de la productividad. “Es incomprensible que los empresarios españoles estén soportando una carga en cotizaciones 2,6 puntos superior a la media europea. Este factor incide evidentemente en la competitividad de las empresas y en la contratación porque ese mayor coste laboral es una barrera para crear empleo”, apunta Antonio Rollán.